Las varices son venas hinchadas y retorcidas que pueden causar dolor, pesadez y problemas de circulación. Cuando las válvulas que regulan el flujo sanguíneo en las venas no funcionan correctamente, la sangre se acumula, provocando que las venas se dilaten y se vuelvan visibles bajo la piel. Por este motivo, si las varices en las piernas no se tratan, pueden provocar complicaciones como úlceras, sangrado o coágulos de sangre.
En cuanto a los motivos por los que se originan, las varices en las piernas surgen por una combinación de factores que afectan la circulación. La disfunción de las válvulas venosas hace que la sangre se acumule en las venas, provocando su dilatación. Además, la debilidad en las paredes venosas, ya sea por la edad o genética, permite que las venas se expandan.
Entre los principales factores de riesgo que pueden dar lugar a la aparición de varices es importante tener en cuenta aspectos como la herencia, el sexo, la edad, la actividad física o la ausencia de esta, el exceso de peso, o el embarazo, pudiendo este último influir también en un aumento de la presión sobre las venas de las piernas.
Es recomendable recurrir a un tratamiento para las varices cuando estas causan dolor, hinchazón persistente, cambios en la piel o representan un problema estético. Además, si existe riesgo de complicaciones graves como coágulos o úlceras, establecer un tratamiento para las varices cuanto antes es clave para mejorar la salud y evitar problemas mayores.
Si sientes dolor, pesadez, calambres o ardor en las piernas de forma constante.
Especialmente en los tobillos o pies, que no mejora con reposo.
Cuando aparecen cambios en la piel como decoloración, endurecimiento o úlceras cercanas a las venas afectadas.
Si la apariencia de las venas afecta tu confianza y bienestar personal.
Las varices no sólo son visibles como venas dilatadas y retorcidas en las piernas, sino que también pueden causar síntomas como dolor, pesadez, hinchazón y calambres. Estos signos suelen empeorar tras largos periodos de estar de pie o sentado pudiendo, en casos avanzados, provocar cambios en la piel o incluso úlceras.
Desde Uveax te acercamos algunas claves para reconocer los principales síntomas de las varices:
Existen diversos tratamientos para las varices a aplicar según su gravedad. Los más comunes incluyen la escleroterapia, donde se inyecta una solución que cierra la vena afectada; la ablación de varices, que utiliza calor por radiofrecuencia o láser para cerrar las venas dañadas; y el láser de varices, que aplica luz láser directamente en las venas para eliminarlas de forma no invasiva.
Estos tratamientos para varices basados en la radiología intervencionista destacan por ser de lo más efectivos y mínimamente invasivos, logrando rápidas recuperaciones.
Las últimas técnicas en radiología intervencionista para lograr un diagnóstico preciso y un tratamiento de lo más eficaz.