Los nódulos tiroideos son bultos caracterizados por ser de diferentes tamaños y formas que se forman en la glándula tiroides, una pequeña estructura en la base del cuello.
La mayoría de los nódulos tiroideos son benignos (no cancerosos) y a menudo no causan síntomas. Sin embargo, algunos pueden producir hormonas tiroideas en exceso o, en raras ocasiones, pueden ser cancerosos.
En función de su composición, es posible diferenciar distintos tipos de nódulos tiroideos:
Aunque muchos nódulos tiroideos no causan síntomas y son descubiertos incidentalmente durante exámenes médicos, es importante estar atentos a cualquier cambio en nuestro cuerpo. En cualquier caso, la detección temprana de los síntomas de nódulo tiroideo es crucial para un diagnóstico y tratamiento adecuado.
¿Cuáles son los síntomas de nódulo tiroideo a los que debes prestar atención?
Los nódulos tiroideos benignos son los más comunes y, en muchos casos, no causan síntomas. Sin embargo, algunas personas pueden experimentar:
Los nódulos tiroideos malignos son menos comunes, pero es vital estar alerta a los síntomas que pueden indicar la presencia de cáncer. Entre estos pueden ser:
Los nódulos tiroideos pueden desarrollarse por diversas razones, y su aparición puede estar relacionada con diferentes factores, destacando entre las más comunes:
Deficiencia de yodo
La falta de yodo en la dieta es una de las principales causas de los nódulos tiroideos en muchas partes del mundo. El yodo es esencial para la producción de hormonas tiroideas, y su deficiencia puede llevar a un agrandamiento de la tiroides y la formación de nódulos.
Enfermedades autoinmunitarias
Trastornos como la enfermedad de Hashimoto pueden causar inflamación de la tiroides y resultar en la formación de nódulos. En este caso, el sistema inmunológico ataca el tejido tiroideo, lo que puede provocar el desarrollo de nódulos.
Cambios hormonales
Los cambios hormonales durante la pubertad, el embarazo o la menopausia pueden influir en la formación de nódulos tiroideos. Las fluctuaciones hormonales pueden provocar un crecimiento anormal del tejido tiroideo.
El tratamiento de los nódulos tiroideos depende de varios factores, entre los que se diferencian el tamaño del nódulo, su carácter, y los síntomas que pueda estar causando. En muchos casos, los nódulos benignos pueden simplemente ser monitoreados sin necesidad de intervención. Sin embargo, cuando un nódulo causa molestias o presenta características preocupantes, existen opciones de tratamiento efectivas.
Entre las alternativas más innovadoras y menos invasivas se encuentran la ablación por radiofrecuencia y la ablación por microondas. Estos procedimientos permiten reducir el tamaño de los nódulos tiroideos, aliviando síntomas como la dificultad para tragar o la presión en el cuello, y son ideales para pacientes que buscan evitar la cirugía tradicional.
Las últimas técnicas en radiología intervencionista para lograr un diagnóstico preciso y un tratamiento de lo más eficaz.