La radiología intervencionista es una subespecialidad médica que combina técnicas avanzadas de imaginología con procedimientos mínimamente invasivos para diagnosticar y tratar una amplia variedad de enfermedades. En lugar de recurrir a cirugías abiertas tradicionales, la radiología intervencionista utiliza guía por imágenes como rayos X, ultrasonido, tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética (RM) para realizar intervenciones precisas y seguras.
¿Qué es la radiología intervencionista y qué ventajas presenta frente a la radiología convencional? En el siguiente artículo, te contamos todo lo que necesitas saber:
Radiología intervencionista: tipos de procedimientos
En primer lugar, para responder a la pregunta qué es la radiología intervencionista es necesario hacer una puntualización de los diferentes tipos de procedimientos que la forman:
- Procedimientos diagnósticos: En primer lugar, los procedimientos diagnósticos se utilizan para identificar enfermedades mediante técnicas de biopsia guiada por imágenes, drenajes de abscesos o angiografías.
- Procedimientos terapéuticos: Por otro lado, los procedimientos terapéuticos comprenden intervenciones destinadas a tratar enfermedades de manera mínimamente invasiva, entre los que se pueden diferenciar la colocación de stents en arterias obstruidas, la embolización de tumores o malformaciones vasculares, los tratamientos dirigidos contra cánceres, como la quimioembolización o la ablación por radiofrecuencia, o la reparación de aneurismas mediante dispositivos endovasculares.
Ventajas de la radiología intervencionista
Una vez tienes una idea clara de qué es la radiología intervencionista, es momento de entender todas las ventajas que está especialidad de la radiología lleva asodiada. Así, entre sus principales beneficios, desde Uveax destacamos:
- Mínimo dolor y menor tiempo de recuperación: Al ser procedimientos mínimamente invasivos, las incisiones son pequeñas, lo que reduce el dolor postoperatorio y permite al paciente retomar sus actividades más rápidamente.
- Menor riesgo de complicaciones: La guía por imágenes permite una mayor precisión, lo que disminuye el riesgo de daños a tejidos circundantes.
- Alternativa para pacientes no aptos para cirugía: La radiología intervencionista es ideal para quienes presentan riesgos elevados al someterse a cirugías convencionales.
- Precisión en el tratamiento: Gracias al uso de imágenes en tiempo real, los especialistas pueden dirigir los instrumentos con gran exactitud, lo que permite tratar la afección de manera más focalizada y eficaz, minimizando el daño en la intervención.
- Menor necesidad de anestesia general: La mayoría de los procedimientos pueden realizarse bajo anestesia local o sedación leve, lo que reduce los riesgos asociados con la anestesia general.
- Ampliación de opciones terapéuticas: La radiología intervencionista permite tratar afecciones que antes requerían tratamientos complejos o que carecían de opciones efectivas. Algunos ejemplos incluyen la embolización de tumores, el drenaje de abscesos, el tratamiento de varices o la colocación de stents.
Radiología intervencionista: riesgos y desventajas
Aunque la radiología intervencionista representa un avance significativo en la medicina, lo cierto es que también presenta ciertos riesgos y desventajas que deben tenerse en cuenta antes de optar por estos procedimientos.
Entre los principales riesgos asociados se encuentran las posibilidades de infección, hemorragia o reacciones alérgicas a los materiales de contraste utilizados para guiar las intervenciones. Aunque estos riesgos suelen ser menores en comparación con los de una cirugía abierta, no están completamente exentos, y pueden requerir tratamiento adicional en casos excepcionales.
Asimismo, esta técnica tiene implícitas algunas limitaciones. No todos los casos médicos pueden resolverse mediante radiología intervencionista, especialmente aquellos que requieren intervenciones quirúrgicas más extensas o complejas. Por ejemplo, en casos donde hay daño severo a estructuras internas o la necesidad de una reconstrucción mayor, es posible que los métodos tradicionales sigan siendo la mejor opción.
Otra desventaja importante es la disponibilidad. No todos los hospitales cuentan con los recursos necesarios para ofrecer estos procedimientos, ya que requieren equipos avanzados de imagen y personal altamente especializado, lo que podría dificultar el acceso.
Radiología intervencionista: ejemplos de aplicaciones clínicas
Sin duda, la radiología intervencionista ha transformado el enfoque de muchas enfermedades, ofreciendo soluciones mínimamente invasivas. Desde especialidades como la cardiología hasta la oncología, las técnicas de radiología intervencionista permiten tratar patologías complejas de manera eficaz y con menos riesgos para el paciente. Así, existen numerosos ejemplos de cómo la radiología intervencionista mejora la atención sanitaria:
- Tratamiento del cáncer: En casos de tumores hepáticos, se puede realizar una quimioembolización que bloquea el flujo sanguíneo al tumor y administra quimioterapia directamente en la zona afectada.
- Control de hemorragias: En pacientes con sangrados internos severos, como hemorragias gastrointestinales, la embolización es una solución efectiva.
- Varices y trombosis: Se pueden tratar varices severas o eliminar coágulos sanguíneos utilizando técnicas como la trombectomía mecánica.
En cualquier caso, esta disciplina está transformando la manera en la que abordar ciertas patologías. Si quieres saber más sobre todo lo que estas técnicas pueden abordar, no dudes en contactar con nosotros. En Uveax estaremos encantados de asesorarte.