Las infiltraciones en la rodilla destacan como una herramienta terapéutica eficaz en el tratamiento del dolor articular, especialmente en pacientes con artrosis, tendinitis, bursitis o lesiones deportivas. Esta técnica, mínimamente invasiva y guiada por imagen, permite aplicar medicamentos directamente en la zona afectada, reduciendo la inflamación y mejorando la funcionalidad articular.
¿Cuándo son necesarias las infiltraciones en la rodilla y cómo se llevan a cabo? Sigue leyendo:
¿Qué son las infiltraciones en la rodilla?
Las infiltraciones en la rodilla son procedimientos médicos no quirúrgicos y percutáneos mediante los cuales se administran medicamentos en estructuras articulares o periarticulares. Con la ayuda de técnicas de imagen como la ecografía o el TAC, el especialista localiza con precisión la zona afectada para inyectar sustancias antiinflamatorias, regenerativas o lubricantes que alivian el dolor y reducen la inflamación.
Tipos de infiltraciones más utilizadas
Sin duda, las infiltraciones en la rodilla se han convertido en una opción terapéutica clave para el tratamiento de diversas afecciones articulares. Existen distintos tipos de infiltraciones, cada una con propiedades y objetivos específicos, que permiten abordar desde el alivio del dolor hasta la regeneración de tejidos:
Corticosteroides
Útiles para un alivio rápido del dolor y la inflamación en procesos inflamatorios como la artrosis o la sinovitis. Se utilizan con precaución debido a posibles efectos adversos con su uso repetido.
Ácido hialurónico
Conocido como viscosuplementación, mejora la lubricación articular y puede retrasar el deterioro en casos de artrosis leve a moderada.
Plasma rico en plaquetas (PRP)
Técnica regenerativa que utiliza factores de crecimiento extraídos de la sangre del propio paciente. Estimula la regeneración de tejidos y puede ser útil en lesiones crónicas de ligamentos, tendones o cartílago.
Células madre
Aunque todavía en evaluación, estas infiltraciones buscan regenerar el cartílago dañado en casos avanzados de artrosis. Por ahora, el uso de células madre en infiltraciones en la rodilla requiere un estudio individualizado.
¿Cuándo están indicadas las infiltraciones en la rodilla?
Generalmente, las infiltraciones en la rodilla se recomiendan en situaciones donde el tratamiento convencional no ha sido suficiente o no es bien tolerado:
- Artrosis de rodilla en estadios iniciales o moderados.
- Dolor persistente pese al uso de analgésicos o fisioterapia.
- Contraindicación para el uso prolongado de antiinflamatorios orales.
- Lesiones deportivas como tendinopatías o bursitis.
- Pacientes que desean evitar o posponer una cirugía de reemplazo articular.
En Uveax, estas intervenciones se realizan de forma ambulatoria, con anestesia local y guiadas por imagen, lo que aumenta su precisión y reduce el número de infiltraciones necesarias.
¿Duelen las infiltraciones en la rodilla?
Una de las dudas más comunes es si duelen las infiltraciones en la rodilla. En general, el procedimiento es bien tolerado, ya que se aplica anestesia local. Además, la utilización de ecografía permite una aplicación más precisa y menos dolorosa. No obstante, algunos pacientes pueden notar una ligera molestia o presión durante la infiltración y un leve incremento del dolor en las primeras 48 horas, lo cual es completamente normal y transitorio.
¿Cuántas infiltraciones se pueden poner en la rodilla?
Respecto a cuántas infiltraciones se pueden poner en la rodilla, lo cierto es que no existe un número universal, ya que la frecuencia ideal dependerá siempre de diversos factores clínicos; sin embargo, las recomendaciones generales sugieren que, por ejemplo, las infiltraciones con corticosteroides no deben aplicarse más de tres veces al año para evitar posibles efectos secundarios sobre el cartílago.
En el caso del ácido hialurónico y el plasma rico en plaquetas (PRP), la cantidad de sesiones varía según el tipo de producto y las características del paciente, siendo habitual realizar entre una y tres aplicaciones anuales. Por su parte, las infiltraciones con células madre suelen requerir una única sesión, dado su enfoque regenerativo.
En todos los casos, es fundamental que sea el especialista quien determine la frecuencia más adecuada según la evolución clínica y el estado específico de la articulación tratada.
¿Son buenas las infiltraciones en la rodilla?
Sí, son buenas cuando están bien indicadas y se realizan bajo supervisión médica especializada. Es importante saber que no curan la enfermedad de base, pero sí ofrecen un alivio sintomático significativo y mejoran la calidad de vida. Además, las nuevas terapias como el PRP y las células madre abren la puerta a posibles efectos regenerativos en ciertos casos.
De manera general, entre los beneficios de las infiltraciones en la rodilla destacan:
- Disminución rápida del dolor.
- Reducción de la inflamación.
- Mejora de la movilidad y la función articular.
- Evita el uso prolongado de medicamentos orales.
- En algunos casos, retrasa o evita la cirugía.
Recomendaciones post-infiltración
Por último, en cuanto a las recomendaciones tras una infiltración en la rodilla, es importante evitar esfuerzos físicos intensos durante las primeras 48 horas, ya que el reposo relativo favorece la efectividad del tratamiento y reduce el riesgo de complicaciones. En caso de inflamación o molestias, se recomienda aplicar hielo local para aliviar los síntomas.
Por su parte, la reincorporación a las actividades habituales debe hacerse de forma progresiva, respetando siempre las pautas establecidas por el especialista, quien proporcionará las indicaciones específicas según cada caso clínico.
¿Necesitas asesoramiento profesional? Contacta con nosotros. En Uveax estudiaremos tu caso para determinar si esta técnica es adecuada para ti.